mecv-v: Evaluación de la disfagia mediante el test de volumen viscosidad

La disfagia es un trastorno de la deglución que puede afectar la calidad de vida de las personas. Para evaluar esta condición, se utiliza el test de volumen viscosidad, conocido como MECV-V. Este test consiste en medir la cantidad de alimento y líquido que el paciente puede tragar en diferentes viscosidades. En este post, te explicaremos en qué consiste el MECV-V y cómo puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento de la disfagia. ¡Sigue leyendo para conocer más detalles!

¿Qué es el test MECV-V?

El test MECV-V es una herramienta utilizada en la evaluación de la disfagia, un trastorno que afecta la capacidad de tragar de manera segura y eficiente. Este método se utiliza para identificar a los pacientes que presentan alteraciones en la seguridad de la deglución, lo que significa que necesitan restringir la viscosidad líquida de los alimentos y líquidos que consumen.

El test MECV-V proporciona información detallada sobre las características del bolo alimenticio, como el volumen y la viscosidad más adecuados para cada paciente. Esto es importante porque la consistencia de los alimentos y líquidos puede tener un impacto significativo en la seguridad y eficacia de la deglución. El objetivo del test MECV-V es adaptar la dieta de cada paciente para garantizar una ingesta segura y minimizar el riesgo de complicaciones asociadas con la disfagia.

¿Cómo se aplica el MECV V?

¿Cómo se aplica el MECV V?

El Método de Exploración Clínica Volumen-Viscosidad (MECV-V) se aplica en pacientes que se encuentran en posición sedente, es decir, sentados. Durante la realización de esta técnica, se debe tener en cuenta la monitorización continua de la saturación de oxígeno mediante un pulsioxímetro.

El MECV-V consiste en administrar al paciente distintos volúmenes de líquidos con diferentes viscosidades. Se utilizan bolos de 5, 10 y 20 ml, los cuales tienen viscosidades similares a las de un néctar, un puding y agua líquida, respectivamente. Estas viscosidades permiten evaluar la capacidad del paciente para tragar y manejar diferentes consistencias.

La evaluación se realiza a través de la observación directa de la deglución del paciente y la identificación de posibles signos de aspiración o dificultades en la ingesta. Los resultados obtenidos ayudan al profesional de la salud a determinar el tipo de consistencia más adecuada para el paciente y a establecer estrategias de manejo y rehabilitación.

¿Cómo se realiza la prueba de disfagia?

¿Cómo se realiza la prueba de disfagia?

La prueba de disfagia se realiza mediante un procedimiento llamado endoscopia de deglución. Durante esta prueba, un proveedor de atención médica introduce un endoscopio a través de la nariz del paciente hasta llegar a la parte posterior de la garganta. El endoscopio es un tubo delgado con una luz y una cámara en el extremo, que permite al profesional de la salud observar el proceso de deglución.

Una vez que el endoscopio está en su lugar, se le pedirá al paciente que coma trocitos de comida o beba líquidos. El objetivo es evaluar cómo los alimentos y líquidos pasan por la garganta mientras se tragan. Durante la prueba, el proveedor de atención médica puede hacer diferentes observaciones, como la presencia de obstrucciones o dificultades en la deglución.

¿Qué es una videofluoroscopia?

¿Qué es una videofluoroscopia?

La videofluoroscopia (VFS) es una técnica de diagnóstico por imagen considerada como el «patrón de oro» para el estudio de los mecanismos orofaríngeos de la disfagia funcional. Se utiliza para evaluar la deglución y detectar posibles alteraciones en la función de la deglución. La VFS es una exploración radiológica dinámica en la que se administra al paciente una mezcla de bario y contraste, y se realiza un seguimiento en tiempo real utilizando fluoroscopia.

El objetivo de la videofluoroscopia es identificar las principales alteraciones en la deglución, como la presencia de aspiración o penetración de los alimentos en las vías respiratorias, el reflujo gastroesofágico, la debilidad o falta de coordinación de los músculos involucrados en la deglución, entre otros. Durante el procedimiento, se pueden observar diferentes signos videofluoroscópicos, como la retención de contraste en la faringe, la presencia de residuos en la orofaringe o el esófago, el cierre inadecuado de la epiglotis, entre otros.

La videofluoroscopia es una herramienta valiosa en el diagnóstico y seguimiento de los trastornos de la deglución, ya que permite una evaluación objetiva y precisa de la función de la deglución. Además, es una técnica segura y no invasiva que se puede realizar de forma ambulatoria. Sin embargo, es importante destacar que la VFS debe ser realizada por profesionales capacitados en el manejo de la radiación y en la interpretación de los resultados, para garantizar una evaluación precisa y un tratamiento adecuado para los pacientes con disfagia funcional.

¿Cómo se realiza el test de disfagia?

El test de disfagia es un conjunto de pruebas que se realizan para diagnosticar y evaluar los trastornos de la deglución. El objetivo principal de este test es determinar si existe alguna dificultad o anormalidad en el proceso de tragar alimentos o líquidos.

Una de las pruebas más comunes es la radiografía con un medio de contraste, también conocida como radiografía con bario. En esta prueba, se le pide al paciente que ingiera un líquido espeso que contiene bario, el cual permite visualizar el esófago y otros órganos involucrados en la deglución. A medida que el paciente traga, se toman imágenes de rayos X para observar el movimiento y la función de los músculos y estructuras involucradas en la deglución.

Otra prueba común es el estudio dinámico de la deglución, en el cual se utiliza una fluoroscopia para observar en tiempo real el proceso de tragar. Durante esta prueba, el paciente ingiere alimentos o líquidos que contienen un medio de contraste, y se registran imágenes de rayos X mientras se realiza la deglución. Esto permite evaluar la función y el movimiento de los músculos y estructuras involucradas en la deglución.

Además de estas pruebas, también se pueden utilizar otras técnicas para evaluar la deglución, como la endoscopia, que es un examen visual del esófago utilizando un endoscopio flexible. Esta prueba permite observar directamente el esófago y buscar signos de inflamación, estrechamiento o cualquier otra anormalidad.

Otra técnica utilizada es la evaluación endoscópica de la deglución por fibra óptica, en la cual se introduce un endoscopio flexible a través de la nariz hasta la garganta para observar la deglución desde arriba.

La manometría es otra prueba que se realiza para evaluar la función del músculo esofágico. Durante esta prueba, se introduce un tubo delgado y flexible a través de la boca o la nariz hasta el esófago, y se registran las contracciones musculares mientras se traga.

Por último, también se pueden utilizar exploraciones por imágenes, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), para obtener imágenes detalladas de los órganos involucrados en la deglución.